
El Arte de dar feedback a productos incompletos
Cómo la empatía y la curiosidad transforman creaciones incompletas en proyectos extraordinarios
El Arte de dar feedback a productos incompletos
Estamos calentando motores para el RbR de la Ciudad de México de octubre. El evento está lleno y con más participantes que nunca. Me llena de pila lo que se viene para el evento y lo que podemos crear en él. Veremos mucha gente construyendo productos desde cero, mucha gente agregando features a los productos de sus startups y haciendo Release con toda la comunidad.
Como exploramos en el blogpost anterior sobre Release, existe un momento mágico cuando el creador toma valentía y comparte su trabajo con la comunidad. Es ese instante donde tu código deja de ser solo tuyo para convertirse en una experiencia compartida, donde haces ese acto de fe y entregas tu creación —imperfecta, incompleta, pero real— a otros.
Pero el Release es solo el principio. Lo que sucede después es donde la verdadera magia ocurre: la comunidad recibe esa creación y la nutre con feedback. Es un ciclo hermoso donde el acto individual de crear se transforma en un proceso colectivo de evolución y mejora. Tal vez hasta conseguir usuarios que seguirán probando lo que creas por las siguientes semanas.
En Release before Ready hemos aprendido que este intercambio tiene una dimensión que va más allá del código y los deploys. Después de meses organizando eventos y viendo cientos de demos, hay dos habilidades fundamentales que me gustaría destacar para cultivarlas en comunidad de manera deliberada: saber dar feedback con empatía y recibirlo con curiosidad.
Estas no son habilidades que se enseñan en bootcamps o universidades. Son músculos creativos que desarrollamos proyecto a proyecto, demo a demo, conversación a conversación. Y aunque son complejas de dominar, son las que convierten un simple evento en un espacio de creación genuina.
El arte de dar feedback: cómo la empatía nutre la creatividad
Dar feedback es una de las habilidades más complejas que debemos nutrir como comunidad. Requiere primero que podamos ver más allá de los bugs, más allá de las interfaces incompletas, más allá de los features faltantes, para encontrar la esencia de lo que el creador está intentando construir.
Ver el potencial en lo imperfecto
Imagina probar una app a la que claramente le faltan muchas cosas. Los botones no están alineados, algunas funciones no responden, la base de datos se resetea cada vez que refrescas la página. Es fácil hacer una lista de todo lo que está mal. Lo difícil —y lo valioso— es identificar qué hay de útil y poderoso en ese prototipo imperfecto.
En uno de nuestros eventos recientes, Didier estaba trabajando con Replit en un catálogo de ideas. La interfaz se veía increíble, las ideas se podían crear y catalogar eficientemente, cada una con su propia todo-list. Cuando le pregunté dónde se guardaban los datos, descubrimos que todo estaba en memoria—cada refresh borraba todo. En lugar de señalar esto como un error fundamental, la conversación se convirtió en "¿qué tal si le agregamos una base de datos?". Minutos después, con ayuda de Replit, ya tenía PostgreSQL corriendo y los datos persistiendo.
Ese es el tipo de feedback que transforma. No es "está mal hecho", sino "mira qué increíble sería si...".
Poder trazar mentalmente el camino desde lo que acabas de probar hasta lo que podría llegar a ser requiere imaginación entrenada. Requiere probar productos incompletos, verlos crecer poco a poco e ir viendo cómo maduran enfrente de nuestros ojos. Esto es complicado, es fácil ver el Reddit o Docker de hoy y olvidar el producto que usábamos hace años cuando era inestable y le faltaba todo.
Lo repito una vez más, requiere haber visto productos evolucionar desde prototipos toscos hasta crecer a ser aplicaciones pulidas. Requiere entender que detrás de cada línea de código hay una persona que decidió invertir su tiempo en crear algo que antes no existía. Requiere que hayamos visto la terquedad de alguien de pulir su producto día a día y feature a feature.
La empatía como herramienta creativa
Identificar ese potencial es solo la mitad del camino. La verdadera maestría está en comunicar ese feedback con empatía genuina. En RbR, todos venimos con el mismo espíritu de crear y compartir, lo cual facilita esta conexión empática. Podemos ponernos en los zapatos de la otra persona fácilmente, todos nuestros productos tienen la misma cantidad de cosas faltantes. Aun así, es un músculo que debemos ejercitar constantemente y qué fácil es fallar en esto, lo digo por experiencia.
El mejor feedback no es el que señala errores, sino el que abre posibilidades. Cuando alguien te dice "¿y si agregas esto?" o "imagínate si pudiera hacer aquello?", no está criticando lo que falta; está co-creando, está viendo tu visión basado en lo que acaba de probar y agregándole capas de potencial que tal vez no había visto el creador.
Recuerdo cuando Sergio vio mi crawler de Hacker News —básicamente una recolección aburrida de datos— y sugirió: "¿Y si le damos un look de tabloide?". No estaba diciendo que mi versión estaba mal. Estaba viendo algo que yo no podía ver, estaba agregando una dimensión creativa que transformó completamente el proyecto en Weaving News.
Como comunidad, estamos aprendiendo que el feedback más valioso viene envuelto en preguntas curiosas:
- "¿Qué pasaría si...?"
- "¿Has considerado...?"
- "Me encantaría poder..."
- "¿Cómo verías agregar...?"
- "¿Te imaginas si también...?"
Estas no son críticas disfrazadas, son invitaciones a expandir la visión original. Son puertas que se abren hacia posibilidades que el creador tal vez no había contemplado.
Cuando Davo mostró su herramienta de PR reviews, Lulo sugirió: "¿Y si los reviews fueran con más personalidad?". No era una crítica a la funcionalidad existente, era una invitación a explorar una dimensión lúdica que terminó siendo el momento más memorable del demo cuando Davo incluyó en su app la personalidad de Linus Torvalds, creador de git y Linux, uno de los code reviewers más duros y con más experiencia del mundo.
El arte de recibir feedback: la curiosidad como primer paso
Si dar feedback es complicado, recibirlo es aún más desafiante. Como creadores, nos casamos rápidamente con nuestra visión. Hemos pasado horas pensando en cada detalle, cada flujo, cada decisión de diseño. Cuando alguien sugiere algo diferente, nuestro primer instinto puede ser defensivo.
El peligro de defender nuestra visión
Es natural. Has estado despierto hasta las 3 AM debuggeando esa función. Has rediseñado esa interfaz cinco veces. Has pensado en cada caso edge, cada posible fallo, cada experiencia de usuario. Tu proyecto es tu bebé, y cuando alguien sugiere cambios, el primer impulso es explicar por qué tu forma es la correcta.
Pero aquí está el problema: ese matrimonio con nuestra visión inicial puede cegarnos a oportunidades extraordinarias.
El feedback que recibimos frecuentemente va en direcciones que nunca contemplamos. Alguien quiere usar tu app de gestión de tareas como un diario personal. Otro sugiere convertir tu herramienta de análisis en un juego. Un tercero ve en tu prototipo de chatbot el potencial para revolucionar la educación. Cada sugerencia es una ventana a cómo otros perciben y reimaginan tu creación.
La curiosidad como primera reacción
La tentación natural es explicar por qué esas ideas no encajan en tu visión, por qué técnicamente serían complicadas, por qué te desvían del objetivo principal de tu aplicación. Pero el verdadero poder está en hacer de la curiosidad tu primera reacción, no la defensa.
Recibir feedback con curiosidad genuina significa entrenar tu mente para que su primer impulso no sea justificar, sino preguntar. Es desarrollar el hábito de responder con "¡Qué interesante! Cuéntame más sobre eso" en lugar de "Sí, pero... no". Es ese cambio fundamental donde tu primera pregunta interna deja de ser "¿Cómo explico mi decisión?" y se convierte en "¿Qué está viendo esta persona que yo no veo?".
Si tu primera reacción es de curiosidad con un "¿Cómo te imaginas que funcionaría?", esa simple pregunta te va a llevar a descubrir mucho más de lo que has imaginado, abriendo puertas a posibilidades que ahora son parte central de tu proyecto. Cada pieza de feedback, incluso la que parece ir en dirección contraria a tu visión, contiene una semilla de información valiosa sobre cómo tu creación impacta a otros.
Cuando alguien dice "sería genial si pudiera exportar a PDF", no solo está pidiendo una feature. Te está diciendo que ve valor en tu herramienta más allá del prototipo, que quiere llevar tu creación a otros contextos, que confía tanto en lo que construiste que quiere integrarlo en su flujo de trabajo.
Cuando sugieren "¿y si fuera colaborativo?", no están complicando tu arquitectura simple. Te están diciendo que ven tu herramienta como algo tan útil que quieren compartirla con sus equipos.
La humildad creativa
Este proceso de recibir feedback con apertura no significa implementar cada sugerencia. Significa permitir que esas sugerencias nutran y expandan tu visión original. Es un acto de humildad creativa reconocer que tu idea inicial es solo el punto de partida, no el destino final.
En el caso de Weaving News, yo estaba enfocado en la agregación eficiente de datos. La visión pura, limpia, técnicamente elegante. Sergio vio un tabloide digital. Esa visión no estaba en mis planes, iba en contra de mi estética minimalista de "solo los datos importan". Pero al recibirla con curiosidad en lugar de resistencia, el proyecto se transformó en algo mucho más interesante y único.
Si hubiera defendido mi visión original de "es solo un agregador de noticias tech", habría perdido la oportunidad de crear algo verdaderamente distintivo. Hoy, el look de tabloide es lo que hace memorable a Weaving News, lo que lo diferencia de otros mil agregadores de noticias. Este estilo me saca una sonrisa cada que lo leo en la mañana y eso vale oro.
Piensa en el feedback no como crítica sino como datos de navegación. Cuando manejas con Waze y te dice "recalculando", no es porque hayas fracasado como conductor. Es información que te ayuda a llegar a tu destino, a veces por un camino que ni siquiera sabías que existía.
La sinergia del dar y recibir
Lo más hermoso de cultivar estas dos habilidades es que se refuerzan mutuamente. Mientras mejor das feedback, más aprecias el valor del feedback que recibes. Mientras más abierto eres al recibir sugerencias, mejor entiendes cómo darlas de manera constructiva.
En RbR, vemos este ir y venir de feedback y personas colaborando constantemente. Las personas que dan el mejor feedback suelen ser las más receptivas cuando les toca recibirlo. Han aprendido que el feedback no es un juicio sobre tu capacidad como creador, sino combustible para tu proceso creativo.
Esta dinámica crea un ambiente donde fallar es seguro, donde mostrar trabajo incompleto es celebrado, donde las ideas más locas encuentran oídos curiosos en lugar de críticos. Es un espacio donde todos somos simultáneamente maestros y estudiantes, creadores y usuarios, visionarios y colaboradores.
Cultivando estas habilidades en comunidad
Estas habilidades no se desarrollan en el vacío. Se cultivan en cada evento, en cada demo, en cada conversación post-RbR. Cada vez que alguien nuevo se une a RbR, trae consigo una perspectiva fresca que enriquece nuestra capacidad colectiva de dar y recibir feedback.
Si hay algo que hemos aprendido en estos meses es que el feedback, cuando se da y recibe con la actitud correcta, no es una evaluación—es un acto de co-creación. Es la manera en que como comunidad elevamos el trabajo de cada individuo, transformando buenas ideas en proyectos extraordinarios.
La próxima vez que estés en un evento, recuerda: tu feedback puede ser la chispa que transforme un proyecto. Y esa sugerencia que estás a punto de rechazar podría ser la clave para llevar tu creación al siguiente nivel.
Porque al final, en Release before Ready no solo estamos construyendo productos. Estamos construyendo una cultura donde crear, compartir, dar y recibir son partes igualmente importantes del proceso creativo. Y en ese proceso, todos crecemos.